(Imagen captada de la red)
AMOR CALLADO
Estas dos palabras por
ti nunca dichas,
esas mil caricias que no
te atreviste,
mimos que en la noche
tus ojos me entregan,
siento en duermevela que
tú me los diste.
Porque ya tus iris no
pueden callarse
eso que a tus labios les
tienes prohibido
y de ellos se escapan
caricias y besos,
ternezas y abrazos de
afán encendido.
Pero tú bien sabes que
no por callarlo,
hace que no intuya, hace
que no sienta,
y quizás por eso atrapas
tus labios
en esta mudez, sonora y
sedienta.
Este amor callado en el
que vivimos
ha logrado hacer, de
forma sencilla,
que el aire transporte lisonjas y roces
que nos enviamos desde
cada orilla.
Y así sin hablarlo, los
dos nos decimos
miles de palabras que a
solas... soñamos.
Nuestros labios dicen: ¡qué
hermoso es el día!
y con nuestros ojos,
mientras, nos besamos.
Candela Martí
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Posiblemente las nubes, o la brisa acerca vuestros sentimientos, vuestros sueños.
ResponderEliminarBesos,
Apreciada Saudades8, es un gusto ver tu paso por este poema de amores callados. Gracias por dejar tu huella en él.
EliminarUn abrazo.
A veces los ojos, dicen mucho, como lo tuyos, Un abrazo.
ResponderEliminarLos ojos suelen hablar más que los labios, en algunas ocasiones de gran intensidad emocional, Amapola. Agradecida por tu presencia y por tu huella.
EliminarUn abrazo fuerte.
Así es el amor callado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafael, agradecida por tus palabras y por tu impronta. Sí, así suele ser el amor callado.
EliminarAbrazos.
Pues no te has callado ni una de las hermosas palabras que inundan un corazón enamorado.
ResponderEliminarUn abrazo
Vaya, José Manuel, me has pillado en la curva. De alguna forma hay que decir lo que se siente...
EliminarGracias por llegar. Un abrazo.
¡Qué bonitooo, amiga mía! Cierto es que, las miradas, son a veces más elocuentes que las palabras.
ResponderEliminarEstoy para llamarte y siempre surgen cosas, Candela. Un día de estos podremos hablar un poquito.
Un abrazo muy grande, amiga poeta.
Estimada María, tienes más razón que un santo en lo que dices, ya que, a veces, las miradas son más elocuentes que cualquier palabra. Me alegra que te haya complacido este callado poema.
EliminarEspero poder charlar contigo pronto. Cuídate mucho y no dejes de escribir.
Un abrazo enorme, poeta.
Hola Candela, que bonitos cuartetos. Las miradas y las manos expresan todo lo que un corazón enamorado siente, creo que siempre son más sinceros que las palabras.
ResponderEliminarMe ha encantado volver a leerte en este gran poema de amor.
Un abrazo.
Elda, me ha hecho feliz volverte a leer aquí y saber que este sencillo y callado poema te ha agradado. Gracias por regresar y dejarme tu huella en él.
EliminarUn abrazo fuerte.
Las miradas pueden decir mas que las palabras, que bello escribes.
ResponderEliminarDejo mi abrazo y mi saludo.
Azulgenia, tienes mucha razón en lo que dices, ya que los ojos nunca suelen mentir y dejan entrever todo aquello que sienten. Agradezco tu presencia en este poema.
EliminarEspero tu regreso a ésta mi casa.
Un abrazo cordial y fuerte.
El lenguaje del cuerpo no puede callar aunque callen las palabras las miradas hablan y los silencios tambien.
ResponderEliminarUn beso.
María, sé bienvenida a mi blog y a este poema de amor callado. El lenguaje corporal nunca puede callar aquello que siente o que le toca, al igual que los silencios que van cargados de mensajes.
EliminarUn beso y gracias por dejarme tu huella.
Los hojos hablan ....una mirada dice todo lo que la voz calla y el alma en silenco, atesora todo... de ese "amor callado".....
ResponderEliminarUn muy hermoso poema
Fuerte abrazo
Cristina A, agradecida por tu llegada a este poema y a mi blog. Celebro que te haya gustado este callado amor y que haya sido la causa de tu impronta en él.
Eliminar¡Sé bienvenida! Regresa siempre que lo desees.
Un abrazo fuerte.
Gracias a ti Candela ......y perdona esos "hojos" ....
EliminarSí regresaré a tu cálido blog...
Fuerte abrazo
Cristina
Cristina, me alegra saber que regresarás a leerme y a dejarme tus palabras y tu presencia. Nada que perdonar, solo agradecer.
EliminarHasta cuando desees. Un abrazo fuerte.
A veces, los ojos dicen más que las palabras. Y si acaso en ese encuentro de miradas, el amor "calladito" se adentra en el alma de su pareja. Entonces el corazón comprende, que cuando el amor es visible y evidente… sobran las palabras.
ResponderEliminar¡Saludos!
Juan Carlos, creo que sí, que, casi siemnpre, los ojos dicen mucho más que las palabras y que un amor callado se va instalando con fuerza en el interior de quien lo recibe. Y luego, acaso, las palabras pueden complementarlo.
EliminarGracias por regresar y dejarme tus palabras y tu presencia.
Besos dominicales.
Con solo las miradas se dicen tantas cosas...... comunican todo.....
ResponderEliminarUn precioso poema.
Te sigo
Un beso, guapa
Maduixeta, me alegra mucho que hayas llegado a mi rincón y te hayas instalado en él. Regresa siempre que tu instinto te lo pida.
EliminarGracias por tu presencia y tus palabras. Me alegra que te haya gustado el poema.
Un abrazo fuerte.
Qué bello y delicado juego de palabras, sentimientos, hechos e intenciones...
ResponderEliminarUn gran abrazo Candela
Estimado amigo, Ernesto, muchas gracias por tus palabras y por haberte acercado a este poema.
EliminarEstamos en contacto. Un abrazo fuerte y sincero.
Querida Candela: Como siempre, tus letras poéticas calan hondo y despiertan emociones.
ResponderEliminarYa partió hacia su destino la edición de " Producciones...."
Un beso y gran abrazo.
Victoria
Estimada Victoria, como siempre, tus hermosas palabras me llegan directas al corazón y de él sale mi agradecimiento por tu constancia y amistad.
EliminarSí, partió la edición de "Producciones...." pero Murphy metió, otra vez, la pata y no dejó que llegará en condicones. Ya sabes.
Un abrazo fuerte, de vuelta a ese bella tierra argentina.
El silencio y el habla a través de los gestos son el mejor milagro del lenguaje.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias por vuestra presencia, Olga i Carles. Me alegra que os haya gustado este poema.
EliminarOtro fuerte abrazo para vosotros.