Es pecado poner el cuerpo donde no se pone el alma. AB.
Cuando me llamas rosa florecida,
emergen en mi pecho bendiciones,
primitivos antojos, conmociones,
y se viste la piel de nueva vida.
Si te abrazas a mí, amante hendida,
se desbocan delirios y pasiones,
alejando el silencio que me impones,
al notar tu pasión, que al fin, me anida.
Acudes por mis puertas laterales,
bogando mi deseo incandescente,
y tomas mis entrañas a tu antojo.
Sin fingida apariencia ni sonrojo,
desnudo mi verdad y, en sus umbrales,
claudico ante el amor, mandato urgente.
Candela Martí
emergen en mi pecho bendiciones,
primitivos antojos, conmociones,
y se viste la piel de nueva vida.
Si te abrazas a mí, amante hendida,
se desbocan delirios y pasiones,
alejando el silencio que me impones,
al notar tu pasión, que al fin, me anida.
Acudes por mis puertas laterales,
bogando mi deseo incandescente,
y tomas mis entrañas a tu antojo.
Sin fingida apariencia ni sonrojo,
desnudo mi verdad y, en sus umbrales,
claudico ante el amor, mandato urgente.
Candela Martí