CUANDO SE PIERDE EL ALMA

CUANDO SE PIERDE EL ALMA 


Cuando se escapa el alma entre locuras
y los besos cincelan el momento,
se desgranan las más bellas venturas
que se puedan pedir al sentimiento.
Los amantes se visten de ternuras
y se entregan con ansia a ese tormento.
El mundo se concentra en esos labios,
trocando por amor los desagravios.

Cuando se pierde el alma en un sollozo,
devenido al perder al ser amado,
la esperanza se torna oscuro pozo
y se canta con lágrimas de fado.
Ya no existe alegría ni alborozo
y el vivir queda anclado en el pasado.
Muestra el mundo su cara más oscura
y aparecen rutina y desventura.

Cuando se pierde el alma entre los años
vividos en la senda de la vida,
van pesando dolor y desengaños
y tan solo el valor calma la herida.
Se bajan muy despacio los peldaños
contiguos a la puerta de partida.
Más, al fin, en su viaje a otros confines
halla el alma la dicha en sus jardines.


Candela Martí