Te busqué más allá del rugir de mi mente,
del centro incoherente donde habita el amor.
del centro incoherente donde habita el amor.
En aquellos rincones de mi ansia silente
y en aquel estridente infierno de rencor.
y en aquel estridente infierno de rencor.
Mas no supe encontrarte, eras el gran ausente
y se hicieron presentes las flores del dolor.
Me volví taciturna, animal prepotente,
y tan sólo pendiente de mi interno clamor.
Una noche cualquiera, como infiel no creyente
que estuviera luchando con monstruos de pavor,
entendí qué pasaba: no te harías presente
si no abría las puertas de mi jungla interior.
Sucedió cual milagro: llegaste de repente,
y se hicieron presentes las flores del dolor.
Me volví taciturna, animal prepotente,
y tan sólo pendiente de mi interno clamor.
Una noche cualquiera, como infiel no creyente
que estuviera luchando con monstruos de pavor,
entendí qué pasaba: no te harías presente
si no abría las puertas de mi jungla interior.
Sucedió cual milagro: llegaste de repente,
conseguiste, mi amado, incendiar mi sopor.
Premisas del amor:
hay que cerrar heridas, callando la razón,
para dejar que reine de pleno el corazón.
Candela Martí
hay que cerrar heridas, callando la razón,
para dejar que reine de pleno el corazón.
Candela Martí
Me agrada y celebro ser la primera en inaugurar esta nueva andadura tuya con tu buen hacer poético,extraordinaria sensibilidad y buen gusto.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Querida Ana, muchas gracias por tus palabras y por tu ayuda. Sin ella esta página no habría nacido.
ResponderEliminarCelebro mucho estar aquí y saberte cerca.
Un abrazo muy fuerte.
Candela
Mi reina linda, un soneto precioso, calido y muy tuyo. Sello de calidad.
ResponderEliminarAbrazos infinitos para ti.
Querida Lila, con infinito retraso, paso a agradecerte tus cálidas palabras.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.